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martes, 3 de mayo de 2011

HISTORIA UNIVERSAL

El Hombre, compuesto de Cuerpo y Alma
            Agustín de Hipona, influido por la filosofía de Platón, plantea que en el hombre existen dos componentes diferentes: el material y el espiritual. El alma es la parte racional, que usa el cuerpo, y que no existe con antelación, en ella está la fuente de la verdad del hombre y para que este exista, deben estar presentes ambos elementos. El alma es la parte superior y el cuerpo su parte inferior.
            Explica Agustín que la grandeza del hombre viene del alma, tomando en cuenta que fue creado a imagen y semejanza de Dios, por tanto si el alma se rebela contra Dios, el cuerpo que es terrestre y mortal se rebela contra el alma. Bernard (1996-p.89) explica que: “en el mundo material y en concreto en el cuerpo humano se pueden encontrar huellas de Dios, pero no la imagen en el sentido propio del término”. Es por ello que la imagen de Dios está en nuestra mente, porque recuerda, entiende y ama a nuestro Creador. Explica Agustín que la sabiduría pertenece a Dios, por ello en su conocimiento se hace sabio el hombre.  Alma y cuerpo son inseparables para que haya vida, reconociendo que el alma se relaciona con la divinidad y por ello es superior al cuerpo, pero el cuerpo tiene dignidad en cuanto es creado por Dios.
Fuentes consultadas:
Bernard S. (1996) El hombre y su salvación. Gráficas Cervantes S.A. España.
http://humano.ya.com/raulcelsoar/filo/filo21.htm



sábado, 26 de febrero de 2011

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata / Twitter: @Zapatacar 

Nos consultan vía mensajería de texto sobre el término “posicionarse”. Como nos recuerda el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española, es un neologismo ampliamente extendido en el lenguaje periodístico desde los años ochenta.

Su uso resulta útil, siempre y cuando se emplee como intransitivo pronominal, con el sentido de “adoptar una determinada posición o actitud ante algo”. Por ejemplo: “El mandatario se ha posicionado a favor del diálogo”.

Pero resulta innecesario y afectado su uso como sinónimo de colocar(se) o situar(se): “Para seleccionar una opción del menú, posiciona el puntero”.

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata / Twitter: @Zapatacar 

 El verbo “hechar”, tan usado y difundido en estos días, en realidad no existe. La forma correcta de escribirlo es “echar” (del latín iactāre). Escrito de este modo, significa según la RAE: “Hacer que algo vaya a parar a alguna parte, dándole impulso”.

La duda por lo general surge debido a la confusión entre “echo” y “hecho”, palabras fonéticamente idénticas pero con significados completamente diferentes.

Hecho es una forma irregular del verbo “hacer”, que deriva del latín “factus”. Mientras “echo” es el presente indicativo del verbo “echar”.

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata Twitter: @Zapatacar   

Existe un sin fin (separado porque “sinfín” es un tornillo) de palabras que hemos ido “importando”, pese a que suenan horrible y destruyen nuestro idioma.

Una de las que mayor molestia me genera, es: “Stress”. Entre otras cosas porque no existe. Al menos no en epañol, sino en inglés. No es culto quien así la escribe sino ignorante, por lo cual debe evitarse.

La forma correcta de escribirla es: “Estrés”. Según el diccionario de la RAE es la “tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”.

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata Twitter: @Zapatacar   

Hambreado(a)… Palabra fonéticamente extraña pero perfectamente válida. Es un participio del verbo “hambrear”, el cual significa “causar a alguien o hacerle padecer hambre, impidiéndole la provisión de víveres”.

Deriva a su vez de “hambre”, que según el diccionario de la Real Academia Española es: “Gana y necesidad de comer”.

No obstante, es un término muy utilizado en fechas recientes bajo otras acepciones. Resulta común escuchar que hay: “Hambre de justicia; así como de libertad y democracia”.

Envíe sus dudas, críticas y sugerencias, vía mensajería de texto a través del número de cel: 0424.7503837

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata / Twitter: @Zapatacar 

La palabra “morido” no existe… por hermosa que sea la dama que la pronuncie en un medio de comunicación de alcance nacional. Los niños no se “moridan”, se mueren; ése es el participio de morir.

Moridan, en mi opinión, suena fatal.

El término “morir” proviene de “morīre” y significa: “Llegar al término de la vida”. Adicionalmente, tengamos en cuenta que cuando muere una persona, no muere su alma; de sus restos, sólo quedan eso: restos.

Por lo tanto, no debe decirse: “Paz a sus restos”, sino “paz a su alma”. Así todos descansamos...

Cuestión de Estilo

Escrito por Carlos Zapata / Twitter: @Zapatacar 

Los verbos “eficientar” y “eficientizar” no existen. Ni siquiera como neologismos; al menos, dentro de la norma culta de nuestra lengua.

Ambas palabras surgen tras un intento por convertir en una palabra la frase: “Hacer eficiente”. Se recomienda utilizar esta locución.

Situación similar ocurre con la palabra “recepción”. Ésta es válida; no así, el verbo “recepcionar”. Un neologismo que nada aporta respecto al término original: “Recibir”.

Es importante frenar la difusión de todas las palabras que surgen por deformación.
Envíen sus dudas, inquietudes y sugerencias a través de mensajería de texto: (0424) 750.38.37